DESENCANTADA

Y los sms siguieron.

“Ola, no se tu nombr xo se q tu gloss es caro. Al prxim t invito yo. Ya tiens mi num. Usalo cuan kieras. Anibal el frmaceutic.”

“Mi nombr s MeriViki, xo pueds yamarm kariño.”

“Kariño, pasat mañana x la frmacia. Anibal.”

“Dacuerdo Ani, mañana a 1a ora m tens x alli. Spero k ls d durx rpartan pront.”

Al día siguiente entré en la farmacia. Salí desconsolada. Lo que quería Aníbal el farmacéutico era que le consiguiera una cita con la Paqui! Aníbal el Tontíbal dice que el otro día, mientras yo compraba las aspirinas y la Paqui se estaba pesando, no podía dejar de mirarla. (ACLARACIÓN: en mi anterior post algunos entendieron que Aníbal era ciego por lo de las gafas de sol, pero no, me quería referir a que le iba a dejar ponerse gafas de sol si era para seguir mirando mis labios con gloss). Por una vez mi instinto me falló.

Le pasé a la Paqui el teléfono de Aníbal. Dice la Paqui que la rebotica es amplia, espaciosa y con una camilla algo incómoda. Este es el sms que me envió:

“Tia tia k fuert! El frmaceutic m ha puest su inyeccion varias vecs. Ya stoy vcunada xa al- una seman. Ya t dare detalls. X ciert! M ha dao un gloss pa ti de ls caros. Dic q t lo dbia. Un bes Vikinga!”

Desencantada y desenamorada, pero con un gloss gratis, hasta la próxima cariñoncios.