EL PRÍNCIPE RANA

Queridos amigos y mujeres del mundo,

¡Ya pasó todo! Al final la cena de la discordia se retrasó a ayer por la noche. Fuimos a cenar a un italiano, en el que hacen una pasta riquísima. No sé como hervirán la pasta para que les quede tan buena en los restaurantes y a nosotras en casa nos quede tan durita. Nos pusieron en una mesa redonda y, como éramos 6, nos alternaron. Raúl, la Jessi, Aníbal el Tontíbal, la Paqui, Rayan y yo, vuestra gran amiga. La cena transcurrió apacible y sin incidencias, aunque yo estaba algo incómoda porque como todos sabéis ANÍBAL ME PERTENECE POR LEY NATURAL Y VOY A MATAR A TODAS LAS MALDÍTAS FURCIAS QUE SE INTERPONGAN EN MI JODIDO CAMINO!!

Ay, que me despeino. Después de la cena nos fuimos a un karaoke. No sé porqué nos llevaron a un karaoke que parecía algo gay. Incluso tenía un arcoiris en su logotipo. Claro que todo local que tenga un logotipo definido se merece todos nuestros respetos. Los primeros en romper el hielo fueron Raúl y el Tontíbal, que se marcaron una versión cañí barriobajera del Satisfaction de los Rolling. Ai quen get noooou tururururu satisfaaaaacshon tururururuuu… La cosa se fue animando, el alcohol corría ya por nuestro flujo sanguíneo (por el de la Paqui desde que se levanta, ya sabéis). Tras cantar Hoy tengo ganas de ti versión Azucar Moreno, Aníbal fue para el baño.

Era mi oportunidad. Cogí mi bolso y me dirigí a retocarme el maquillaje. Pero, vaya, me equivoqué de puerta! Sin quererlo (sí) entré al baño de los buitres, como diría nuestra gran amiga Leti. No había nadie a la vista, la puerta del mingitorio estaba cerrada. Pues fui y sin previo aviso abrí la puerta. Sorpresa la mía cuando descubro a Aníbal sentado y a uno de los camareros del local de rodillas practicándole una limpieza de sable! Mi grito se debió escuchar hasta en Ushuaia. Bueno, en realidad sólo lo oyeron ellos, porque la música lo solapó. Aníbal se guardó su Tontíbal y el camarero salió pitando del baño. Nos quedamos solos. Me dijo que por favor no le dijera nada a la Paqui, que sería él el encargado de romper el rollo que tenían. Horas más tarde la Paqui estaba en pijama llorando abrazada a su Pikachu de peluche.

La vida es dura, amores… Pero al menos sé que Aníbal no se lo queda la Paqui :P

Hasta pronto!

MV