UNA INOCENTE EN MADRID

Queridos amigos y mujeres del mundo,

¡Estoy en Madrid! Aprovechando que tenía unos días de vacaciones pendientes en el curro preparé un viaje a Madrid en estas fechas. Es por eso por lo que he estado algo ausente.
La Navidad en Madrid es Navidad, mientras que en Barcelona es una mierda. Aquí hay lucecitas por doquier, hay bandas callejeras con gorritos de Papá Noel tocando villancicos. ¡Hace frío! Parece que es invierno de verdad. Camino por la calle y me siento como un reno que arrastra un carro de felicidad para los demás. Estoy excitada, exaltada, emocionada, abrumada.
Nunca antes había estado aquí y estoy como en casa. Todas las mujeres mayores de 30 años son no-morenas y visten visones, por lo que cada vez tengo más claro que yo nací para ser madrileña. Los lucen con estilo, señorialmente, con elegancia, con peperismo. Porque no hay que olvidar que Madrid es ciudad pepera, cosa que no concuerda mucho conmigo, la verdad. Yo es que soy más liberal y más libertina.
Una cosa que no entiendo de Madrid es que la gente lleva pelucones por la calle. Me he cruzado como con millones de personas con pelucones por la calle. En cada esquina veo pelucones por la calle. ¿Esto ocurre sólo en Navidad o el resto del año también? Si algún madrileño que lleva pelucones por la calle tiene la respuesta, por favor que me la deje en los comentarios junto con una foto suya y su número de teléfono (jiji).
De momento nada más, os dejo un par de fotos. La primera de ellas es en la Puerta del Alcalá, y la segunda es una pillada in fraganti en la habitación del hotel.





¡Hasta pronto cariños!