CARNAVALERA

Queridos amigos y mujeres del mundo,

¡Ya es carnaval! Carnaval, carnaval, ninoninooooniiiiiiiiiii!! Me emociono y me corro viva y entera!! Lo que me gusta a mi el carnaval: la gente se viste de cosas raras, se entierran sardinas, se comen tortillas, la gente se viste de cosas raras… Yo ya tengo preparado mi súperdisfraz de la muerte.

Os voy a dar una pista, amores:

Life is a cabaret, old chum, come to the cabareeeeeeeeeeeeeeet!!!!

Lo habéis adivinado!! Voy de sexy cabaretera. Y digo sexy porque hay cabareteras muy vulgares que lo único que hacen es ir por la vida enseñando cacha como si fuera la única manera que tienen de sentirse mujeres. ¡Zorras! Para sentiros mujeres lo que tenéis que hacer es sentiros vosotras mismas sin necesidad de ir mostrando el higadillo al primer capullo que se os ponga por delante. ¡Putas!

Con lo sencillo que es insinuar con la sutileza de una mirada. Una mirada de vicio pestañeante. Eso sí, no hay que confundir una mirada de vicio pestañeante de una mirada de esas de cuando se te mete una piedrecilla en el ojo, que es una de las grandes putadas que os pueden suceder. Os digo esto porque una vez estaba yo en el bar Tolo’s con unas amigas cuando vi a un chico de esos que sólo ves una vez cada dos días. Me pasé la noche mirándole, expresando con mis pupilas lo que quería hacerle, ahí dilatando, no dilantando, dilatando, no dilatando las pupilas. Iba yo a acercarme cuando no sé de dónde apareció una partícula de no sé qué cosa que se me metió en el ojo. Y claro, mi discreto ligue con ese chico se convirtió en un guiño de ojo que encandiló a medio bar. ¡Incluso me preguntaron que cuánto cobraba!

Pues eso, me encanta el carnaval. Espero contaros el próximo lunes o martes lo bien que me lo voy a pasar el sábado y lo triunfadora que me sentiré.

¡Hasta pronto guaponcios!